El dióxido de carbono o CO2 es uno de los conocidos como gases de efecto invernadero y ayuda a mantener el planeta Tierra a una temperatura adecuada para la vida humana. El problema surge cuando hay un aumento de las emisiones de dióxido de carbono, ya que provocan un calentamiento global acelerado. Es aquí cuando hablamos de la huella de carbono.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte de un nuevo récord de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera en 2019. Según sus datos obtenidos, los gases responsables del calentamiento global se duplicaron en este 2019 pasado. 

La alerta es alta y se proponen medidas inmediatas para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero hasta en un 7,6% cada año entre 2020 y 2030. Solo alcanzando esta cifra podemos hablar de la lucha contra el cambio climático.

¿Qué factores provocan el aumento del cambio climático?

El factor humano es el principal factor que ha hecho realidad el cambio climático a lo largo de los años.

Algunos de los factores que contribuyen al aumento del cambio climático son los siguientes:

  • Producción y consumo de electricidad y gas natural.
  • Uso de combustibles fósiles para transporte e industria. La demanda de más vehículos de gasolina y bienes de consumo conduce a un aumento en el uso de combustibles fósiles para su producción.
  • La deforestación. Los árboles almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono.
  • Sector agropecuario. La ganadería y la agricultura industrial generan importantes efectos sociales y ambientales negativos en todo el planeta.

¿Cómo afecta la electricidad y el gas natural al cambio climático?

La producción de energía eléctrica y la producción de gas natural a partir de fuentes convencionales (no renovables) conducen a un aumento de las emisiones de CO2. La solución es utilizar energías renovables para producir esta electricidad y gas natural.

Por ejemplo, es cierto que el gas natural genera menos impacto ambiental en todas sus etapas (extracción, producción, transporte y uso) que la electricidad.

A continuación, enumeramos las principales fuentes de generación eléctrica que son las más utilizadas y las más dañinas: 

  • Centrales térmicas. En estas fábricas se queman combustibles fósiles (gas natural, carbón, petróleo, etc.) para generar electricidad.
  • Energía nuclear. Su funcionamiento es similar al de las centrales térmicas, a diferencia de las anteriores, la energía se obtiene de la fusión nuclear de átomos de combustible nuclear.

Si bien es cierto que todo tipo de producción de energía tiene un cierto grado de nocividad para el medio ambiente, a continuación detallamos las fuentes más limpias para obtener energía: 

  • Energía eólica. Es la energía que se obtiene a partir del aire y el movimiento del viento.
  • Energía solar. Energía que obtenemos de la radiación electromagnética del sol.
  • Energía hidráulica. Aprovechando las corrientes de los ríos, el agua proveniente de las lluvias o el deshielo se puede generar energía. Se hace pasar el agua por una turbina hidráulica, se transmite la energía a un alternador y posteriormente se convierte en energía eléctrica.
  • Obtener energía a partir de recursos naturales como pellets de madera, cáscaras de frutos secos o huesos de aceitunas.

¿Qué es la huella de carbono?

El objetivo de la huella de carbono es medir el impacto ambiental de una persona, un grupo, una actividad o un producto y se expresa en masa de CO2 emitida.

Cada persona deja una huella de carbono en el planeta según su consumo energético diario y las actividades que realiza (tipo de alimentación, uso del vehículo, tareas del hogar, etc…). Para reducir el impacto negativo que genera cada persona, lo primero es calcular la huella de carbono personal. para a partir de ahí cambiar nuestros hábitos.

La huella de carbono es la huella negativa que genera la actividad humana en el medio ambiente y nos permite saber qué cambios puede hacer cada uno para promover el desarrollo ambiental.

¿Cómo puedo calcular la huella de carbono?

A la hora de calcular la huella de carbono se deben tener en cuenta diferentes elementos como: 

  • Emisiones directas de CO2, denominadas “emisiones de alcance 1”. Son gases emitidos directamente, es decir, pueden ser controlados por la persona u organización.
  • Emisiones indirectas. Son consecuencias de las actividades de la persona u organización. Por ejemplo, la energía utilizada en un negocio para cualquier actividad genera emisiones desde el momento en que se produce la energía en las plantas de producción.
  • Consumo energético generado.
  • Tipo de casa u organización.
  • Tipo de calefacción utilizada.
  • Gestión de residuos.

Saber calcular la huella nos permitirá conocer la cantidad de gases de efecto invernadero que emite una persona o una empresa de forma indirecta y directa.

Cómo puedo reducir mi huella de carbono

Siguiendo una serie de consejos se puede reducir su huella de carbono. A continuación detallamos algunas medidas que podemos implementar para contaminar menos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera:

  • Optar por el uso de vehículos más eficientes, ya que una forma de reducir la huella de carbono es utilizar automóviles híbridos en lugar de gasolina.
  • Controlar el consumo de energía en hogares y organizaciones y utilizar dispositivos más eficientes.
  • Utilizar bombillas LED (porque pueden reducir el consumo de energía hasta en un 90%).
  • Ajustar calefacción, aire acondicionado y agua caliente.
  • Utilizar el sistema de ahorro energético en electrodomésticos que lo permita.
  • Reciclar. El reciclaje se posiciona como una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático.

Si decides reducir tu huella de carbono a través de la instalación de placas solares, puedes contar con Smart Spain. Como empresa experta, te facilitaremos un proyecto personalizado y te asesoremos en todo el proceso hasta que se complete la instalación y empieces a revertir tu huella. 

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