En España, las cifras estiman que un tercio de las propiedades corresponden a segundas viviendas. Casas para el descanso y/o disfrute que permiten a muchos españoles cambiar de rutina. Ellas, pese a un uso no del todo continuo y habitual, pueden convertirse en sujeto para ahorrar en los suministros. Instalar placas solares en una segunda residencia posibilitará ese ahorro en muchos casos.

Placas solares en segunda residencia: ventajas y desventajas

Instalar placas solares puede ser una decisión importante sobre la que es necesario valorar diferentes aspectos. Cuando hablamos de segundas residencias puede serlo aun en mayor medida y, por ello, vamos a comentar diferentes aspectos relacionados.

Ventajas de instalar placas solares en segunda vivienda

1. Autosuficiencia durante las estancias

El primer motivo, puede que sea el más obvio. Las placas solares proporcionan una fuente de energía independiente, con la que poder realizar numerosas tareas cotidianas. Además, como vamos a ver, puede que una instalación de placas solares sea la única solución para acceder a la energía eléctrica para su consumo.

2. Seguridad en ausencias

Aunque no se resida habitualmente allí, es muy posible necesitar energía eléctrica para la actividad de ciertos dispositivos. Hablamos, por ejemplo, de sistemas de vigilancia, iluminación de seguridad u electrodomésticos de funcionamiento continuo, como el frigorífico.

3. Respeto al entorno

El aprovechamiento de la energía solar es siempre un respiro para el medioambiente. Pero, además, las segundas residencias frecuentemente se localizan en zonas ecológicamente sensibles, por lo que con esas instalaciones se puede minimizar cualquier impacto contaminante y/o visual.

4. Acceso en lugares remotos

Como venimos comentando, las segundas viviendas podrían estar situadas en zonas rurales y remotas. En algunos casos, incluso no se tendrá acceso a la red eléctrica convencional, y los paneles fotovoltaicos serán la única alternativa. Hablaríamos de instalaciones aisladas con baterías.

5. Uso de energía acumulada

Esas instalaciones con baterías permiten que se acumule la energía producida y no consumida. De esta forma, en las estancias será posible disfrutar de esa energía generada en periodos de ausencia y con un gasto nulo o cercano a ello.

Desventajas

Amortización más lejana

Ante un menor uso, será necesario esperar para apreciar unos beneficios económicos que también llegarán. En primeras residencias, la amortización de las placas solares puede plantearse en torno a siete años, y en el caso que estamos tratando habría que alargar brevemente esa referencia para conseguir beneficios mes a mes.

Mantenimiento en ausencia

Sólo ante ausencias muy duraderas, podrían surgir inconvenientes por no poder realizar las sencillas tareas de mantenimiento y limpieza recomendadas. Más bien podríamos hablar de una desatención que evitara acercarse a revisar la instalación.

Vandalismo

En caso de improbable problema con la instalación, sería necesario que una persona estuviera pendiente. Además, siempre conviene cierta atención para evitar casos relacionados con el vandalismo. En este último caso, de ser necesario, unos sistemas de seguridad serían su solución. Como con cualquier otro tipo de elemento de la vivienda.

¿Cómo instalar placas solares en segunda vivienda?

Para instalar placas solares en segunda residencia es necesario cumplir con todos las obligaciones legales y el resto de requisitos. Y, por supuesto, conviene contar con una empresa de placas solares experta, que facilite todo el papeleo necesario y que ofrezca la instalación más óptima según las necesidades. Como Smart Spain, donde ofrecemos un estudio solar gratis para analizar cada situación y poder presentar un proyecto a medida.

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