Las instalaciones fotovoltaicas funcionan cuando, a través de unos paneles solares, se capta la luz solar para ser convertida en energía eléctrica. En ese proceso explicado de manera muy resumida, hay gente con la duda acerca de si las placas solares son dañinas para la salud. Vamos a tratar de dar respuesta a esa pregunta.

Aspectos a valorar

Alrededor de una instalación fotovoltaica encontramos diferentes elementos y variables que son necesarias comentar.

Funcionamiento

Los paneles solares provocan la conversión de la radiación solar en electricidad, pero esa radiación es la misma que llega a la tierra de manera natural. En los paneles solares tampoco serían un riesgo, dado que hablaríamos de una radiación de baja frecuencia

Respecto a los campos electromagnéticos, los niveles de exposición soy muy bajos. Y, en ese funcionamiento, también podríamos preguntarnos sobre si las placas solares hacen ruido y los posibles problemas de salud al respecto. Por suerte ese ruido, que pudiera provenir del inversor, es inapreciable y mucho más moderado que cualquier otro sonido cotidiano.

Materiales

El elemento principal habitualmente es el silicio, fundamental en la fabricación de semiconductores. También podemos encontrar telururo de cadmio. Ninguno de ellos sería nocivo para la salud en instalaciones fotovoltaicas.

Fabricación y residuos

Quizás sea el punto más delicado. El posible impacto sobre la salud no tendrá una relación directa ni con los paneles ni en la instalación de placas solares. Sus posibles problemas llegarían con la contaminación que pudiera producirse si en su fabricación si no se siguen unas prácticas sostenibles. En la misma línea, hablaríamos de los residuos. Por suerte, reciclar placas solares es más que posible.

Conocimientos sobre si las placas solares son dañinas para la salud

No se ha demostrado que las placas solares sean dañinas para la salud. La American Society of Clinical Oncology publicó que no hay evidencias de que causen cáncer. Incluso citan a Noah Kittner, profesor de la Universidad de Carolina del Norte, para comentar que estas instalaciones fotovoltaicas pueden “reducir el riesgo de cáncer de pulmón”. Se debe a que su uso evita otras fuentes de energía que sí que contribuyen a la contaminación del aire.

Basándose en el profesor Kittner, también afirman que no hay riesgo en cuanto a los materiales con las que se componen las placas solares. Además, no existe un contacto directo entre las placas solares y las personas.

No hay evidencias científicas que avalen que las placas solares sean dañinas para la salud, pero sí que será necesario valorar los posibles impactos medioambientales, tanto en su fabricación como en la gestión de residuos. Por suerte, existen regulaciones de seguridad que limitan todas las posibles consecuencias indeseables.

En cualquier caso, siempre será interesante consultar los materiales de los componentes con los que se van a instalar placas solares. Así como encargar la instalación a empresas de placas solares expertas y de confianza. Éstas proporcionarán la mejor y más segura opción para los consumidores y para todo el entorno.

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